Sunday, May 15, 2005

¡No puedo comprar casa!-Parte II

Por Hilda Luisa Díaz-Perera
REALTOR®, GRI, eProBroker-Owner
GoldenCoast-CostaDorada Realty, Inc.

En la columna pasada, abordamos el tema de la escasez de vivienda asequible al sector trabajador de recursos limitados. Para resumir, identificamos al visitante de temporada, económicamente solvente, que viene a esta área del suroeste de la Florida a pasar los meses de invierno, y que busca en la vivienda que adquiere, las mismas comodidades que goza en su casa permanente.

También hablamos del inmigrante que procede de Latinoamérica, los países árabes y el medio oriente, y desde luego, Europa. Estos últimos que vienen con intención de asentarse en nuestro estado, no siempre cuentan con los recursos económicos que tienen los primeros, y son los que en estos momentos encaran las dificultades de adquirir una propiedad que se encuentre dentro del presupuesto que pueden manejar cómodamente.

El enfrentamiento de estos dos grupos que divergen social, económica y culturalmente, repercute en la manera en que el mercado de bienes raíces se manifiesta y desarrolla en nuestra ciudad. Un grupo, el pudiente, que nunca se establece en el área, tiene poder adquisitivo; el otro grupo, el que se instala en nuestra ciudad y vive en ella el año completo, y que es además el que provee con sus servicios al primero, no cuenta con los recursos que en estos momentos son necesarios para poder comprar una propiedad básica de tres cuartos y dos baños, ya que depende única y exclusivamente de su trabajo, o del trabajo de su grupo familiar.

Esta última característica de este tipo de comprador se hace más y más patente cada día. No puede ser ya solamente el proveedor principal o jefe de familia y su pareja, los que aportan sus ingresos para la adquisición de la vivienda, porque no suelen estos ingresos ser suficiente. O sea, que hoy en día la vivienda es, por así decirlo, un proyecto donde es imprescindible que más de un miembro de la familia participe en su adquisición. Por lo tanto, se hace necesario en muchas ocasiones que el núcleo familiar una sus recursos y esfuerzos para llevar a cabo la compra de su vivienda. Por un lado se presenta la población flotante de temporada. cuyos miembros, acostumbrados por su estilo de vida, buscan propiedades de lujo. Por el otro, tenemos la llegada masiva y constante, de nuevos residentes con recursos limitados que buscan su vivienda básica y que compiten agresivamente entre sí por este producto. Ambas condiciones empujan los precios y encarecen las propiedades que en otras circunstancias serían más asequibles para el consumidor medio.

En la próxima columna, hablaremos de las dificultades que surgen a nivel de financiamiento.

Recuerde, que en cualquier transacción, un consumidor informado minimiza la posibilidad de tomar una decisión incorrecta, y cuando piense en bienes raíces, piense en GoldenCoast-CostaDorada Realty, Inc.

©2005
Este espacio es una cortesía de:
GoldenCoast-CostaDorada Realty, Inc.
Hilda Luisa Díaz-Perera, Lic. Real Estate Broker,
REALTOR®, GRI, ePro
www.gccd.us
Email: info@gccd.us
Tel.: 239-354-1110
Otros website de la autora:
www.grupocanaveral.com
www.sercatolicohoy.net
http://www.jose-marti.org/

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